Seudónimos

Por Indepaz
aquí nada se salva de un seudónimo. .. ni siquiera el DAS.
  
 
 
 
 
 
El director de un importante diario puso de moda el registro de conversaciones en la mesa del lado. Es una práctica vieja de personas dotadas de oído agudo y con capacidad de escuchar en tres direcciones al mismo tiempo, ahora incorporada a las nuevas técnicas de investigación periodística y de inteligencia superior. Así que para no quedarme atrás me concentré en una interesante plática que tenían unos señores super serios en la mesa del lado derecho del restaurante Club Colombia. 
 
“Tremendo escándalo se ha formado con el DAS”, dijo uno de los contertulios y me pareció una conversación trivial;  pero decidí hacer periodismo investigativo cuando el otro afirmó: “Eso lo hemos podido manejar pero ahora la cosa se enredó por la bulla de los gringos. Unos senadores demócratas azuzados por ONGs  están pidiendo informes sobre las chuzadas y los falsos positivos y eso si asusta al gobierno”.  Y siguió y siguió la tertulia: “Ya metieron el tema en el último informe del Departamento de Estado al Congreso sobre derechos humanos en Colombia y casi no dan la certificación para autorizar el desembolso de cuotas represadas del Plan Colombia y de asistencia militar”.  “La otra vez le pegaron una revolcada a la Brigada XX y tuvimos que desmontarla y trastear los aparatos al DAS, ahora no se qué va a pasar y para donde llevar todo eso”.  “Están armando un chantaje frenando el TLC hasta que no se aclare este asunto y ya se metió también la gente de Naciones Unidas con el cuento de que chuzamos también al Alto Comisionado, a unos Relatores Especiales y a unos cuantos embajadores y no dicen que todos ellos son los amigos de las ONGs y de los caguaneros”.
 
A este punto, con el tema al rojo vivo, se me ocurrió preguntarle a mi amiga de almuerzo de trabajo si le parecía prudente grabar la conversación con el celular y así tener la telenovela completa, pero como me lo sospechaba me toco pedirle disculpas por haber pensado en semejante violación del derecho a la intimidad y a las normas de la decencia. La leve frontera entre escuchar en secreto y espiar con grabadora me enredó la investigación, pero cuando corrí el asiento hacia la izquierda para tomar distancia de los susurros por la derecha, no pude evitar escuchar a un par de descorbatados que estaban hablando del mismo tema. 
 
En realidad todo el Club Colombia hablaba del asunto sin mencionar la indiferencia de la mayoría de la gente que parece acostumbrada al uso del poder para toda suerte de delitos impunes.  Los de la izquierda no podían menos que lanzar exclamaciones. “Esto ya es  el colmo. Van a cambiarle el nombre al DAS para seguir en lo mismo”.”Es la vieja historia de la policía secreta en este  país: tuvimos el SIC cuando las dictaduras de los años 50s y sus 200.000 muertos; inteligencia militar y policial en la semidictadura del Estado de Sitio desde el Frente Nacional a la Constituyente del 91 y parainteligencia en la seudodemocracia uribista…. Ahora le van a poner otro seudónimo al DAS”. 
 
Definitivamente este lió está dejando muchas lecciones. La primera es que la gente habla y habla y parece no darse cuenta de que la están chuzando. La segunda es que los restaurantes son sitios peligrosísimos y la tercera que aquí nada se salva de un seudónimo. .. ni siquiera el DAS.