ParacosEn lo corrido de 2016 se ha detectado presencia de las llamadas bandas criminales en 22 departamentos del paรญs, en donde actรบan de manera similar a las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia.

Contrario a lo que muchos sectores piensan y a lo que se le ha hecho creer a la opiniรณn pรบblica, las bandas criminales, denominadas bacrim, no son un fenรณmeno delincuencial aislado que se alimenta solo de su actividad criminal, sino que se asemejan mรกs a organizaciones narcoparamilitares similares a las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Asรญ se puede concluir del mรกs reciente informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) que da cuente no solo de cรณmo estas bacrim se han extendido por buena parte del territorio nacional, sino tambiรฉn de cรณmo siempre ha sido parecido al de los โ€˜antiguosโ€™ paramilitares, lo que ademรกs las convierte en una clara amenaza a los acuerdos de paz de La Habana y a un eventual escenario de posconflicto.

Durante el primer trimestre de 2016, indica el seรฑalado informe, estas bandas narcoparamilitares hicieron presencia en 149 municipios de 22 departamentos de Colombia, incluyendo a la misma capital del paรญs, siendo las actividades criminales mรกs recurrentes la extorsiรณn, el trรกfico de estupefacientes, los asesinatos selectivos y la minerรญa ilegal.

El coordinador de la Unidad Investigativa de Indepaz, Leonardo Gonzรกlez, explica que โ€œes preocupante que a pesar de estar tan cerca de un proceso de paz con las Farc la presencia de estructuras de paramilitares han invadido el territorio colombiano haciendo efectivas las amenazas que han perpetrado contra defensores de derechos humanos, reclamantes de tierras y comunidades en generalโ€.

Aunque la organizaciรณn criminal con mayor nรบmero de hombres y presencia en mรกs zonas (estรกn en 12 departamentos) es el Clan รšsuga, tambiรฉn conocidos como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Los Urabeรฑos, lo cierto es que Indepaz identificรณ que fueron, al menos, 14 las bandas criminales que operaron en distintas regiones del paรญs durante los tres primeros meses del aรฑo.

Pero, ยฟpor quรฉ son catalogadas como bandas narcoparamilitares? La Unidad Investigativa de la ONG tambiรฉn ha identificado las principales similitudes entre estas y las AUC, lo que las convierten, como se ha denunciado en reiteradas ocasiones, en un fenรณmeno claramente paramilitar.

En primer lugar se debe decir que estas organizaciones criminales, en su mayorรญa, estรกn conformadas por exmiembros de las AUC que no se desmovilizaron durante el proceso del gobierno del expresidente รlvaro Uribe o que entregaron las armas y despuรฉs se reintegraron a la vida delincuencial.
Para Indepaz, โ€œel que ha sido paramilitar dejarรก de serlo el dรญa que desmonte su estructura completa, no solo lo militar sino tambiรฉn lo econรณmico y lo polรญtico y dejarรก de ser paramilitar el dรญa que diga toda la verdad y el dรญa que repare con todos sus bienesโ€, lo que no hicieron quienes ahora integran esas denominadas bacrim.

El investigador Gonzรกlez advierte que โ€œhoy por hoy los paramilitares siguen siendo funcionales a los intereses del capital privado, usurpan la democracia con sus agentes en instituciones pรบblicas denominados parapolรญticos y con el apoyo, en ocasiones de las Fuerzas Militares y de Policรญaโ€.

Las similitudes tienen que ver tambiรฉn con que estas organizaciones, del mismo modo que lo hicieron los antiguos paramilitares, han infiltrado o tienen amplias relaciones con el Estado (principalmente con la Fuerza Pรบblica) y se han aliado con el claro propรณsito de actuar en la defensa de proyectos econรณmicos (extractivos y agroindustria), polรญticos y la defensa de sectores vinculados a la actividad agropecuaria y al narcotrรกfico, incluso haciendo uso de los homicidios a lรญderes sociales y polรญticos.

Por ejemplo, reseรฑa la Unidad Anรกlisis de Indepaz da cuenta de que, prรกcticamente, no existen diferencias entre el desmovilizado Bloque Central Bolรญvar de las AUC y el Clan รšsuga. โ€œSe percibe que la รบnica diferencia es que el BCB tenรญa muchos mรกs integrantes, pero la esencia es la misma, pues no existe una distinciรณn clara entre alias Don Berna o Macaco con Dairo Antonio รšsuga, alias Otoniel: tanto unos como otros tienen como objetivo principal el narcotrรกfico, todos nacieron en medio de la mafia y para poder dominar sus territorios, armaron ejรฉrcitos, se aliaron con gamonales y terratenientes, se beneficiaron de las empresas de la zona (bien sea por extorsiรณn o colaboraciรณn), se lucraron del Estado y sus contratos en municipios, gobernaciones, universidades y el sector salud, entre otrosโ€, indica el informe de la Unidad de Anรกlisis.

Menciรณn aparte, agrega la Unidad de Anรกlisis, merece el creciente fenรณmeno de la minerรญa ilegal, del cual se han apropiado los nuevos paramilitares, bien sea para lucrarse ellos mismos o lavar el dinero producto del narcotrรกfico, o para prestar seguridad y protecciรณn a las estructuras al margen de la ley que se dedican especรญficamente a este negocio.
Este fenรณmeno se presenta principalmente en el Pacรญfico colombiano, donde las anteriores estructuras paramilitares dejaron muy bien posicionados en el รกmbito econรณmico y comercial -como es el caso de la zona del San Juan e Istmina- a comerciantes y testaferros, quienes ahora contratan a las nuevas estructuras paramilitares para defender sus negocios, aprovechando ademรกs que la Ley es laxa con los delitos que tienen que ver con la minerรญa y mucho menos drรกstica en comparaciรณn con otros delitos como el narcotrรกfico o la extorsiรณn.

Riesgo para los acuerdos de pazย Indepaz tambiรฉn llama la atenciรณn sobre el latente riesgo que representa la presencia y proliferaciรณn de estas bandas narcoparamilitares para la implementaciรณn de los acuerdos que Farc y Gobierno han alcanzado en el marco del proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana (Cuba).
El Instituto habla principalmente de la dificultad que se tendrรก para la implementaciรณn de los acuerdos en las regiones en la que hacen presencia estos paramilitares, no solo porque representan un riesgo para la vida de quienes se desmovilicen de la organizaciรณn guerrillera, sino porque uno de los principales objetivos de la implementaciรณn es frenar las actividades criminales de las que se lucran las propias bacrim.ย El riesgo, reseรฑa la Unidad de Anรกlisis, tambiรฉn es para โ€œlas comunidades y poblaciones donde se vayan a poner en marcha los planes de implementaciรณn en la etapa de transiciรณn a la pazโ€.

Al respecto el coordinador de la Unidad Investigativa de Indepaz, Leonardo Gonzรกlez, afirma que โ€œel Estado le debe al paรญs una lucha frontal contra la principal amenaza de la sociedad colombiana como lo son los grupos paramilitares. El desmonte del paramilitarismo en lo militar, lo econรณmico y lo polรญtico es una exigencia para la paz.

Por esto recomienda formular una estrategia que permita combatir estos bandas narcoparamilitares no solo en el รกmbito militar, sino ademรกs en el polรญtico, econรณmico y social.
Esa estrategia de combate debe ser completa para su neutralizaciรณn y por eso, para Indepaz, esta tambiรฉn debe incluir un componente de negociaciรณn, aunque no debe ser una de carรกcter polรญtica, como la que se lleva a cabo con las organizaciones insurgentes, sino una de tipo penal, porque, despuรฉs de todo, los fines de las bandas narcoparamilitares, son meramente de lucro y no polรญticas.

โ€œCreemos que se debe negociar con ellos sin darles el carรกcter polรญtico, por ser estructuras de macrocrimanildad organizada. Lo que se puede negociar es oferta de beneficios penales por desmonte de estructuras, es decir, negociar mecanismos de sometimiento a la justiciaโ€, seรฑala la Unidad de Anรกlisis de Indepaz.

โ€œNo podemos superar una guerra para justificar otra guerra. No se puede mantener los mecanismos altรญsimos de militarizaciรณn. Hay que generar estrategias de otro corte, con un componente social para proteger a la poblaciรณn de la guerra y asรญ aislar estos factores mafiosos narcoparamilitaresโ€, concluye.

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