LA MINGA AVANZA Y SE CUALIFICA

Por Indepaz
La Minga camina, avanza, resuena y se cualifica. La fuerza popular en Colombia vuelve a mostrarse en las montañas, carreteras, calles, parques, y fronteras.
 
 
 
 
 
 
La Minga Social y Comunitaria en Colombia y en varios países del mundo avanza y se cualifica. Un aspecto importante a destacar en La Minga de 2009 es la ampliación de la convocatoria. La Minga ha logrado – de alguna manera – desplazar a las centrales obreras y otros organismos, que eran quienes jalonaban el movimiento social en Colombia. Hoy en día esas organizaciones han perdido peso específico y liderazgo político. 
Además, se respira en el ambiente nacional un ambiente de inconformidad acumulado. Recientemente se movilizaron los productores de arroz en el Tolima. Las comunidades fronterizas en Cúcuta, La Guajira y Nariño se han estado movilizando. Un hecho inédito y de mucha importancia fue la protesta conjunta entre colombianos y ecuatorianos presionando a los gobiernos por el restablecimiento de las relaciones, sobre todo, en el terreno económico y comercial. 
De igual manera, en esta ocasión la movilización ha sido mucho más amplia que la de 2008, lo cual puede llevar a pensar que se empieza a retomar la dinámica de la lucha, después de años de terror y desmovilización. La coordinación y la identificación de reivindicaciones conjuntas, así como la clarificación de objetivos, pareciera ser la faena inmediata. Esa será – según entendemos – la principal tarea del Pre y Congreso de los Pueblos que se ha planificado realizar en el marco de La Minga. 
Lo que se aprecia en las declaraciones de los dirigentes y en las formulaciones de los comunicados es que no se ha resuelto el problema de la contradicción entre lo reivindicativo-inmediato y lo político-estratégico. 
Es indudable que las comunidades requieren atender y resolver, por un lado, innumerables necesidades y problemas inmediatos urgentes, y por otro, las luchas necesitan alimentarse de pequeños y sostenidos triunfos, que se pueden arrancar a los gobiernos locales, regionales y nacionales, de acuerdo a la fuerza que se tenga. En ese sentido, la negociación no se puede satanizar porque es otro escenario de la lucha. 
Y claro, las comunidades y las luchas necesitan levantar banderas de carácter político, como muy bien lo ha venido haciendo La Minga desde hace varios años. Son propuestas planteadas al conjunto de la sociedad nacional, que se oponen al conjunto de las políticas neoliberales y antidemocráticas que el gobierno de Uribe viene imponiendo a la fuerza. 
Estas reivindicaciones de carácter general no van a ser conseguidas en mesas de negociación. En la medida en que crece la audiencia y la fuerza, podrán ser aprobadas mediante consultas populares, que incluso también pueden tener carácter local, regional o nacional. Estas acciones que involucran al conjunto de la sociedad – en la medida en que logremos impulsarlas – serán el preámbulo de la consolidación de fuerzas políticas capaces de convertir a los sectores populares y democráticos en verdaderos gobiernos. 
Sólo siendo gobierno, con el apoyo o alianza autónoma de fuerzas sociales organizadas – como está ocurriendo en varios países de América Latina -, se podrán hacer realidad los contenidos de “los acuerdos negociados” o implementar efectivamente las decisiones aprobadas por consultas ciudadanas o referendos constituyentes. De resto, mientras haya un gobierno de las oligarquías y servil al imperio, casi todo de lo que se acuerde se quedará en el papel. En eso hay que hacer mucha claridad a nuestras gentes. 
La Minga, las movilizaciones y protestas beligerantes y pacíficas sirven a ese fin, siempre y cuando aclaren el rumbo, cuenten con una clara estrategia e implementen métodos correctos. 
Saludamos las nuevas características y nuevas fuerzas que se han sumado a La Minga, incluso de carácter internacional. La Minga camina, avanza, resuena y se cualifica. La fuerza popular en Colombia vuelve a mostrarse en las montañas, carreteras, calles, parques, y fronteras. ¡Buena esa! 
 
ferdorado@gmail.com