Con tantas ambiciones de certificación democrática, para el gobierno Santos es incomodo que una Oficina que tutela derechos de la población en situaciones de alto riesgo humanitario, siga teniendo presencia en Colombia. Y más incomodo que en sus informes y comunicados periódicos siga haciendo alusión a graves violaciones aunque, al mismo tiempo, reconozca que la situación ha mejorado notablemente con respecto a la década anterior y al panorama que encontró Almudena Mazarrasa cuando llegó en 1997.
Hasta luego señora Pillay
Por Camilo Gonzalez Posso
Camilo Gonzalez Posso
Presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz – INDEPAZ. Magister en Economía, Ingeniero Químico. Profesor en varias universidades entre 1968 y 1994, Ministro de Salud de la República de Colombia (1990 – 1992). Consultor del Ministro de Trabajo (2000 – 2002). Director del proyecto Centro de Memoria y Paz de Bogotá. Autor de varios libros, ensayos y artículos periodísticos dedicados a temas económicos, políticos o sociales de la construcción de democracia y paz.
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