Disponibilidad de armas y violaciones al derecho internacional humanitario

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El flujo masivo de armas a regiones ya inestables, en donde a menudo se venden a precios irrisorios, es motivo suficiente para poner seriamente en duda el respeto por las normas humanitarias. Esta proliferaciรณn pone en marcha un cรญrculo vicioso en el que la gente se arma temiendo por su seguridad, lo que desestabiliza aรบn mรกs la situaciรณn y lleva pronto al imperio de la ley de la selva, punto en el cual no se respeta en absoluto ninguna norma.Esto acarrea tensiones, disturbios, violencia y hasta conflictos armados, situaciones todas que perjudican en extremo cualquier esfuerzo encaminado a fomentar el respeto por el derecho internacional humanitario. El Comitรฉ Internacional de la Cruz Roja (CICR), que verifica el acatamiento de este derecho, no puede permanecer pasivo ante esta situaciรณn. Asรญ pues, ante la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, celebrada en 1995, el Presidente del CICR expresรณ la preocupaciรณn de la organizaciรณn y recordรณ a los gobiernos sus responsabilidades [1].

 

 

 

La Conferencia invitรณ al CICR a analizar detenidamente el efecto de la proliferaciรณn de armas en zonas de conflicto, en tรฉrminos de violaciones del derecho internacional humanitario y de deterioro de la situaciรณn de los civiles. Por su parte, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su conjunto decidiรณ examinar el papel podrรญa desempeรฑar y la posiciรณn que debรญa tomar al respecto.
Uno de los elementos de este proceso de reflexiรณn fue una reuniรณn internacional organizada de manera conjunta por el CICR y la Cruz Roja Noruega en Oslo, en mayo de 1998, en la que se congregaron investigadores y expertos gubernamentales, militares y no gubernamentales de 14 paรญses de รfrica, de las Amรฉricas, de Asia y de Europa para analizar los problemas ocasionados por la disponibilidad ilimitada de armas. Entre los participantes se encontraban funcionarios gubernamentales con responsabilidades en la transferencia de armas en cuanto a su aprobaciรณn, limitaciรณn y determinaciรณn de polรญticas, asรญ como expertos militares y acadรฉmicos, representantes de la Organizaciรณn de las Naciones Unidas y especialistas de varios organismos humanitarios internacionales.
El principal objetivo de la reuniรณn era lograr una mejor comprensiรณn de la complejidad del asunto. Fue tambiรฉn la oportunidad para hacer un inventario de los estudios pertinentes y de los proyectos en curso. Un signo esperanzador que de manera inmediata se hizo evidente fue la creciente toma de conciencia frente al problema. Varios gobiernos estรกn empezando a tomar medidas y a considerar tanto el desarrollo de las normas internacionales vigentes sobre fabricaciรณn y venta de armas, como la manera de combatir su trรกfico ilรญcito. Otro logro de la reuniรณn fue la conformaciรณn de coaliciones dinรกmicas de grupos no gubernamentales, preocupados por los graves efectos de la proliferaciรณn de armas.
La acciรณn internacional para estudiar, controlar y limitar la transferencia de armas que provoca violaciones al derecho internacional humanitario y abusos de los derechos humano se ha convertido en una preocupaciรณn cada vez mรกs importante para la Cruz Roja Noruega. Junto con sus asociados al interior del Movimiento y en organizaciones con fines anรกlogos pertenecientes a la Iniciativa Noruega sobre Transferencia de Armas Pequeรฑas (Norwegian Initiative on Small Arms Transfers), la Cruz Roja Noruega tratarรก de conformar coaliciones lo mรกs sรณlidas posibles a fin de restringir la proliferaciรณn de armas pequeรฑas y proteger asรญ el derecho humanitario y los derechos humanos.
La Iniciativa Noruega sobre Transferencia de Armas Pequeรฑas es un esfuerzo conjunto para el estudio y fomento de medidas tendentes a controlar y limitar la transferencia de armas pequeรฑas que puede poner en peligro la paz y los derechos humanos. Nuestros asociados en esta labor son la Ayuda de la Iglesia Noruega (Norwegian Church Aid), el Instituto de Investigaciรณn sobre la Paz Internacional (International Peace Research Institute) y el Instituto Noruego de Relaciones Internacionales (Norwegian Institute for International Affairs).
Conclusiones del Grupo de Expertos de Oslo
Tras someter a consideraciรณn varios estudios de caso de todos los continentes, los 36 expertos de la Cruz Roja/Media Luna Roja y los otros expertos internacionales resumieron sus conclusiones en un informe preparado y publicado por la Cruz Roja Noruega y por el CICR [2]
“Ante la ausencia de esfuerzos enรฉgicos para enfrentar el problema de la disponibilidad de armas, cabe esperar que el sufrimiento de los civiles, tanto durante como despuรฉs de los conflictos armados, aumente en los aรฑos venideros en la medida en que nuevas fuentes de armas quedarรกn disponibles debido factores diversos, tales como la reducciรณn del tamaรฑo de las fuerzas armadas, la privatizaciรณn de las industrias de armas y el “mejoramiento” de los arsenales existentes cuando รฉste se combina con la transferencia hacia otras regiones de los excedentes de armas, entre otros. En estas condiciones, serรก cada vez mรกs difรญcil, peligroso y costoso suministrar ayuda para el desarrollo o en forma de socorros a la gente necesitada y promover el respeto por el derecho internacional humanitario” [3].
Sin embargo, las conclusiones de la reuniรณn no fueron del todo desalentadoras. Los participantes se mostraron animados por los muchos esfuerzos que en la actualidad se estรกn haciendo para poner lรญmites mรกs estrictos a la disponibilidad de armas pequeรฑas, armas ligeras y municiones. Entre ellos figuran:
โ€ข la moratoria de tres aรฑos sobre la producciรณn, importaciรณn y exportaciรณn de armas pequeรฑas y de armas ligeras, aprobada oficialmente, en octubre de 1998, por los Jefes de Estado de la Comunidad Econรณmica de los Estados de รfrica Occidental y el mecanismo de implementaciรณn establecido con el apoyo de la Organizaciรณn de las Naciones Unidas;
โ€ข la Convenciรณn Interamericana contra la fabricaciรณn y el trรกfico ilรญcitos de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados, aprobada por la Organizaciรณn de Estados Americanos en 1997;
โ€ข el programa de la Uniรณn Europea para prevenir y combatir la transferencia ilรญcita de armas;
โ€ข propuestas especรญficas hechas en el marco de las Naciones Unidas para el control de armas pequeรฑas y armas ligeras, sobre la base de consideraciones humanitarias, de seguridad y de control del crimen;
โ€ข la legislaciรณn nacional de varios paรญses productores y exportadores de armas a fin de regular su transferencia; y
โ€ข un nรบmero creciente de iniciativas dinรกmicas no gubernamentales y de comunidades locales con respecto a la disponibilidad de armas, a la transferencia de armas pequeรฑas y al control de armas.
Los participantes consideraron dichos esfuerzos como importantes pasos iniciale s para hacer frente a los problemas humanitarios causados por la libre disponibilidad de armas. No obstante, es urgente que estas respuestas ad hoc a la proliferaciรณn de armas en las zonas de conflicto se conviertan en parte de una estrategia internacional coherente para el control de la transferencia lรญcita e ilรญcita de armas pequeรฑas, armas ligeras y municiones. Una estrategia de esta naturaleza no solamente aliviarรญa la penosa situaciรณn de los civiles atrapados en los conflictos armados, sino que, ademรกs, aportarรญa mayores beneficios en tรฉrminos de desarrollo econรณmico, de promociรณn de la estabilidad nacional y regional y de garantรญa del respeto de los derechos humanos.
Los participantes pusieron de relieve que la acciรณn regional -siempre y cuando tenga el apoyo de la sociedad civil, la implementen los gobiernos concernidos y la respalden los gobiernos externos a la regiรณn- constituirรก la piedra angular de estrategias eficaces para el desarrollo de normas que regulen la transferencia de armas y municiones y pongan fin a su transferencia ilรญcita. Sin un enfoque regional coordinado, los esfuerzos de cualquier paรญs por controlar la existencia de armas en su territorio resultarรญan fรกcilmente socavados. Ahora bien, tambiรฉn se requieren, a la vez, esfuerzos regionales para limitar la disponibilidad de armas, los cuales merecen el apoyo de toda la comunidad internacional. Los participantes propusieron una amplia gama de medidas que se deben tomar a nivel nacional, regional e internacional.
Acciรณn futura
El hecho de que haya gobiernos que estรกn despertando ante el problema y de que algunos de ellos estรฉn empezando a tomar medidas, es de por sรญ un progreso muy prometedor. Un ejemplo reciente es la reuniรณn de los Estados de รfrica Occidental y de los Estados exportadores de armas miembros del Acuerdo de Wassenaar, llevada a cabo en Ginebra el 5 de mayo de 1999, para examinar la implementaciรณn de la moratoria a la importaciรณn, exportaciรณn y fabricaciรณn de armas pequeรฑas en รfrica Occidental. El Centro Henry Dunant para el Diรกlogo Humanitario en Ginebra, reuniรณ a representantes de unos 40 gobiernos, que prometieron su apoyo a la implementaciรณn de esta singular moratoria regional sobre pequeรฑas armas en la zona de รfrica Occidental asolada por la guerra.
Los esfuerzos pioneros del Gobierno de Malรญ, que condujeron a la moratoria de รfrica Occidental, asรญ como la elaboraciรณn de un cรณdigo de conducta de la Uniรณn Europea para las exportaciones de armas, y las reuniones sostenidas sobre el tema por varios gobiernos y organizaciones internacionales, son signos claros de que el mensaje enviado a los gobiernos, en particular durante la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, estรก llegando a su destino.
Asimismo, un nรบmero creciente de organizaciones no gubernamentales se estรก interesando en el asunto, explicando el problema al pรบblico y a los gobiernos, buscando y proponiendo soluciones y movilizando la presiรณn de los medios de comunicaciรณn.
Lo que debe decidirse es si las normas existentes sobre transferencia de armas son o no adecuadas, por un lado, y, por otro, cรณmo poner freno a su transferencia ilรญcita. En opiniรณn del autor, es bastante evidente que si un Estado fracasa en asumir plenamente su responsabilidad de garantizar la seguridad, o lo hace de manera arbitraria, grupos privados -e incluso individuos- concluyen que, por su propia seguridad, deben armarse. Y sin embargo la proliferaciรณn de armas no hace mรกs que aumentar la inseguridad y erosionar los valores morales. El gran volumen de armamento disponible es, pues, un grave problema en sรญ mismo. Es un hecho sorprendente que aun en medio del conflicto armado, muchas de las heridas no son resultado de las hostilidades como tales sino, mรกs bien, de la violencia que permea toda interacciรณn humana una vez se derrumba la autoridad del Estado y las armas lo inundan. Es igualmente extraordinario cรณmo se propagan las armas de una regiรณn a otra, sigu iendo lรญneas de tensiรณn, y cรณmo se venden รฉstas en el mercado negro a precios irrisorios.
Se plantea entonces la cuestiรณn de la responsabilidad de quienes fabrican, venden o poseen armas y, en particular, su responsabilidad de destruir los excedentes, de tal suerte que con el tiempo el nรบmero total de armas disminuya en vez de aumentar.
No olvidemos la complejidad de este asunto. No estamos hablando de las armas prohibidas, sino de las armas corrientes sobre cuya necesidad de ser utilizadas por las autoridades pรบblicas para defenderse y mantener el orden todos estรกn de acuerdo. No se trata entonces de movilizarse contra un arma indiscriminada y particularmente cruel, de limitado valor militar, como fue el caso con las minas antipersonal. Con la cuestiรณn de las armas pequeรฑas nos estamos adentrando en un terreno mucho mรกs delicado en razรณn de su relaciรณn con la seguridad del Estado y con la soberanรญa nacional, asรญ como con los intereses econรณmicos en juego, nada despreciables.
Asรญ pues, podrรญamos encontrar millones de razones para no involucrarnos en el asunto. Pero no podemos escudarnos en el argumento de que no se debe hacer nada porque la cuestiรณn es demasiado complicada; no cuando todos coincidimos en que la cuestiรณn es de una enorme importancia humanitaria. Sin embargo, es poco probable que estemos ante una iniciativa tan fuerte o bien coordinada como la campaรฑa para prohibir las minas antipersonal. Existen demasiados puntos de vista e intereses diferentes entre los potenciales partidarios. Lo que necesitamos hacer es lograr un entendimiento comรบn entre quienes son conscientes de la importancia de este problema y quieren tomar medidas al respecto. Para tal fin, debemos comenzar por organizar un continuo intercambio de informaciรณn y de anรกlisis y realizar, cada cierto tiempo, reuniones como รฉsta para participar en un diรกlogo รบtil. Asรญ se puede construir y consolidar una plataforma que permita a las diferentes organizaciones involucradas tomar medidas acordes con su naturaleza especรญfica que no descuiden sus prioridades.

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Jan Egeland es Asesor Especial de la Cruz Roja Noruega, Oslo.

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Notas de pie de pรกgina
1. Discurso de fondo del seรฑor Cornelio Sommaruga, presidente del Comitรฉ Internacional de la Cruz Roja, RICR, no 133, enero-febrero de 1996, pp. 21-37.
2. Arms Availability and Violations of International Humanitarian Law and the Deterioration of the Situation of Civilians in Armed Conflicts, Informe, CICR y Cruz Roja Noruega, Ginebra/Oslo, 1998.
3. Ibรญd.