Carta de Congresistas de Estados Unidos frente a homicidios y amenazas contra líderes y defensores de derechos humanos

Por Indepaz

37 legisladores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, bajo el liderazgo del demócrata, Jim McGovern, dirigieron una carta a John Kerry, Secretario de Estado en la que le piden al gobierno de ese país:

• Condenar públicamente con el gobierno de Colombia la ola de violencia.
• Aumentar y ampliar los mecanismos para evitar los asesinatos y amenazas.
• Brindar protección a los defensores y líderes sociales para que puedan ejercer su trabajo.
• Pedir al Embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, que visite las zonas con mayores riesgos.
• Apoyar la pronta implementación del Acuerdo de Paz de Colombia para proteger a las poblaciones más vulnerables.

Carta original en: http://mcgovern.house.gov/sites/mcgovern.house.gov/files/Colombia%202016%20-%20Letter%20to%20Sec%20Kerry%20-%20Escalating%20Violence%20Against%20Human%20Rts%20Defenders.pdf

Ver: Versión en español. Traducción Indepaz.

13 de diciembre de 2016

John F. Kerry
Secretario de Estado
Departamento de Estado de los Estados Unidos
Washington, D.C. 20520

Estimado Secretario Kerry,

Le escribimos para expresar nuestra extrema preocupación por la escalada de asesinatos, amenazas y ataques contra activistas, defensores de derechos humanos, sindicalistas, población LGBTI, mujeres, reclamantes de tierras, líderes comunitarios, campesinos, afros e indígenas colombianos

Sabemos que usted comparte nuestra preocupación. Por esta razón, le instamos a que presione y colabore con el gobierno colombiano para condenar públicamente esos hechos, aumentar y ampliar los mecanismos diseñados para evitar que se lleven a cabo tales ataques y brindar protección a los defensores y líderes para que pueden continuar ejerciendo su inestimable liderazgo y trabajo. Tales acciones deben hacerse de manera recurrente y consistente en todas las regiones y en todos los niveles de gobierno. También recomendamos encarecidamente que las medidas de protección se diseñen en estrecha consulta con las comunidades, personas y organizaciones vulnerables a fin de fortalecer su eficacia.

Condenamos enfáticamente estos asesinatos y la intimidación de líderes y activistas sociales. Ellos son el capital humano que Colombia requiere para enfrentar los desafíos de la implementación del Acuerdo de Paz, promover el desarrollo y la participación política y garantizar los derechos a la verdad, la justicia, la reparación, y el fin del conflicto. Colombia no necesita más víctimas: Necesita líderes comunitarios, regionales y nacionales dispuestos a asumir esos retos.

En junio, el embajador estadounidense Kevin Whitaker se unió a los embajadores de Suecia, el Reino Unido, Alemania, Francia, Noruega y Canadá para denunciar los asesinatos de defensores de derechos humanos colombianos, y se comprometió a trabajar en favor de los defensores en riesgo. Le animamos encarecidamente solicitar al Embajador Whitaker visitar las regiones en las que los defensores y activistas enfrentan mayores riesgos, denunciar las acciones contra ellos y brindar mecanismos de protección.

Al mismo tiempo, le instamos, a que colabore con las autoridades colombianas para asegurar la pronta aplicación del punto 3.4 del Acuerdo de Paz, que incluye la creación de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad y la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, conjuntamente con el punto 5.2 que compromete al Gobierno de Colombia a implementar políticas y mecanismos de protección para los defensores de derechos humanos, en particular para las víctimas de agentes del Estado y grupos paramilitares. Dado el aumento de los asesinatos y amenazas, es imperativo que esos acuerdos se implementen rápidamente. Es de anotar que estos puntos no fueron cuestionados por los opositores del Acuerdo de Paz.

Estamos dispuestos a brindar todo el apoyo que podamos para proteger a estos defensores y activistas y avanzar en su papel en la construcción y consolidación de una paz justa y estable en Colombia.
James P. McGovern y otros.