Camilo González Posso, hizo análisis de actualidad política

Por Indepaz

En un pasillo del Colegio Mayor del Cauca, el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) le concedió a El Liberal una entrevista antes de dar una conferencia en la ‘Pre cumbre social y política’ en Popayán.

En la actualidad el presidente de Indepaz, Camilo González, se encuentra en el proceso de construcción del centro de memoria histórica en Bogotá, razón por la cual hará política desde la academia.

González, habló sobre el tema de las bases militares en Colombia donde se emplazarán estadunidenses, lo que calificó de exabrupto, de la falta de propuestas en el Cauca, previo a las elecciones de 2010, y el estancamiento del Acuerdo Humanitario, entre otros temas.

¿Cómo analiza usted la situación de las bases militares con unidades estadounidenses en Colombia?
Después de la gira del Presidente Uribe a los países del Continente, queda claro que las bases no responden a un problema interno de Colombia, sino a un esquema de seguridad continental. Si fuera un problema interno del país, sería objeto de un acuerdo bilateral a lo mejor, y tendría que ser tramitado por los canales constitucionales y legales.

¿En el segundo caso, qué ocurriría?
Entonces les corresponde a los organismos multilaterales donde los Estados pueden pronunciarse y concertar. En cualquiera de los dos eventos esto es un exabrupto, porque no corresponde a ninguno de los dos esquemas.

Algunos países vecinos hacen reclamos y están preocupados. Reclaman que se discuta en organismos multilaterales como Unasur o la OEA, pero no resiste el menor análisis y seguramente Colombia no lo va a llevar a esta organización, porque su carta de las Américas se basa en el principio de soberanía, colaboración mutua, horizontalidad de las relaciones.

¿Qué está pasando entonces?
Hay una conjugación de dos factores, por un lado los intereses de ciertos sectores en los E.U. (Comando Sur, Pentágono, Departamento de Estado) que vienen de la administración Bush y quieren seguir haciendo lo mismo, pero el Presidente Obama lo dijo y la Secretaria de Estado Hillary Clinton también, que ya no se movía la seguridad de E.U. con la guerra mundial antiterrorista.

¿Cómo interpretar esto?
Que E.U. no va a continuar con la vía del unilateralismo que proclamó Bush, y con esa potestad imperial mediante la cual este país se otorgaba el derecho a intervenir en cualquier país, solo con el argumento de perseguir terroristas y defender los intereses supremos de la seguridad de los E.U.

¿Cuál es la relación de ese planteamiento con lo que ocurre en Colombia?
En el replanteamiento del esquema de seguridad, Obama, estaría con un esquema multilateral y así lo ha dicho. Sin embargo, aquí estamos con un esquema unilateral, los sectores guerreristas de E.U. aprovechando circunstancias internas de Colombia, quieren convertir al país en una base de operaciones de la inteligencia y las políticas de contención y seguridad del Comando Sur en el Continente, lo demás son eufemismos.

¿Usted dice que ahora existe una nueva definición de base, en qué consiste?
No es el emplazamiento de una tropa ni un centro de operaciones del Ejército en E.U. sino que es la cooptación de la infraestructura militar de otro país (en este caso de Colombia) al servicio de la seguridad de los E.U.

¿Qué se reclama entonces en materia de seguridad a nivel mundial?
Las bases en todo el mundo era un esquema heredado de la segunda guerra mundial y hoy es un anacronismo para Europa, Latino América y lo dice Brasil.
Ahora la seguridad frente a la delincuencia internacional y otras amenazas son seguridades multilaterales compartidas, pero Colombia está rompiendo con todo.

¿Por qué el Gobierno hace esto?
Se quiere lograr una negociación con E.U. para que le acepten todo lo de política interna para que se tape lo de los ‘falsos positivos, ‘las chuzadas’, ‘la parapolítica’ y que todo sea aceptado a cambio de la utilización de Colombia en un esquema de seguridad continental, pero creo que esto no se va aceptar y el mundo no está para ingenuidades y manejos.

Acuerdo humanitario

¿Sobre el Acuerdo Humanitario que se encuentra estancado, qué nos puede decir?
El Acuerdo entendido como un pacto formal entre el Gobierno y la guerrilla para que de un lado salgan los secuestrados y del otro guerrilleros está bloqueado, porque después del asesinato de los diputados y la ‘operación jaque’ el asunto quedó en un punto muerto.

¿Cuál sería la acción más acertada?
Lo que corresponde es proceder de la manera más rápida, que es la liberación unilateral de los secuestrados y en eso ni las Farc tienen la capacidad de presión ni negociación, ni el Gobierno tiene interés, porque el costo político de los policías y militares es menor.

¿La figura de los gestores de paz, sirve para ese fin?
Su papel, es procurar deserciones en las filas de la guerrilla como estrategia de guerra y no de paz.

¿Cómo ve el conflicto en el Cauca?
Lo veo grave, se ha reactivado la presencia de las Farc, el hecho que se atrevan a meterse a Corinto o Toribío y estén retando a las autoridades indígenas que no toleran su presencia ni la del Ejército, indica que hay un replanteamiento. La situación del departamento en lugar de ir a la consolidación y la normalización que se ha anunciado en los planes nacionales, en realidad continúa con muchos factores de violencia.

También continúan las operaciones de narcotráfico y de grupos paramilitares asociados a ese fin, sobre todo al occidente, y hacia la Costa Pacífica, donde existe toda una infraestructura, que se acompaña de violencia contra las comunidades.

Camilo González, también dijo que los paramilitares resurgen bajo nuevas modalidades, más narcotraficantes, cercanos a proyectos económicos que al lenguaje de la contrainsurgencia, pero han continuado con el trabajo de los anteriores paramilitares.

Perspectiva previa a elecciones

¿Cómo ve el panorama preelectoral del Cauca?
Creo que el problema en la región es de precariedad de liderazgo, las campañas preelectorales son de disputa del botín burocrático, son posicionamientos, empresas electorales, cuotas políticas y el ajedrez se mueve en función de eso, pero no hay proyectos, dónde están las propuestas de la surcolombianidad, para superar la situación de violencia y conflicto, los temas de desarrollo para superar la idea de enclaves industriales.

¿Qué hay entonces?
Una posición y liderazgo que no se hace sentir ni en la región ni en el país con cuestiones imaginativas, esas es la crisis de la política, aparte de lo que ha sido la historia de la ‘parapolítica’ que está siendo investigada por la Fiscalía y que fue documentada por ‘HH’ y ‘el alemán’, lo que muestra que durante toda una década la política en este departamento estuvo atravesada por compromisos entre políticos, gobernantes y agentes del crimen.

¿Se lanzará nuevamente a la arena electoral?
No, seguiré haciendo política desde la academia, en materia electoral hay que colaborar con los demócratas y planteamientos más progresistas.

Relaciones Ecuador y Venezuela

¿Qué perspectiva le ve a las relaciones con Ecuador y Venezuela?
Es de mayor crisis, porque lo que hace Colombia sirve para enfrentar las diferencias con estos países y nos vamos apoyar en el poderío militar de los E.U. y no se ha revaluado la teoría de que se puede bombardear en un país vecino para perseguir un criminal, según el Derecho Internacional ningún Estado puede unilateralmente entrar a otro a capturar o matar un criminal. Ese argumento de entrar así a otro país fue rechazado por el G7 y la OEA.

¿Cómo ve que la situación ya traspasó al plano económico?
Ecuador y Venezuela constituyen después de E.U. los mercados más importantes para Colombia. Por ejemplo, el Presidente Chávez, pasó de mil millones de dólares en compras al año (exportaciones colombianas) a 6. 500 millones, es decir se multiplicó por seis en distintos sectores del comercio. La perspectiva desafortunadamente es de deterioro, aranceles y crisis definitiva del pacto andino.