Las noticias sobre la locomotora minera se han concentrado en las medidas en contra de la minería ilegal y se anuncian acciones penales y de policía en contra de las empresas que hacen lavado de activos y practican la minería respaldada por las armas. Afortunadamente el ministro Rengifo ha diferenciado la minería ilegal criminal de la minería artesanal o tradicional de hecho. Pero ese esfuerzo de represión a la minería armada ilegal, que le corresponde legítimamente al Estado, no puede servir de cortina de humo a las irregularidades de la gran minería legal que significan varios miles de millones de dólares de pérdida al país y a los ingresos estatales.