LA ILUSIÓN ELECTORAL

Por Indepaz
Los analistas  electorales ya repitieron hasta el cansancio que las encuestas fallaron, que se inventaron una realidad que al final sirvió para medir como ganadores a los que estuvieron por encima de sus datos engañosos y como perdedores a los que no llenaron las expectativas inventadas.  Si hubieran anunciado en los medios masivos –  tal como algunos dijeron en privado – que Santos ganaría en primera vuelta,  todas las fiestas estarían en otro lado y la desinflada comenzaría en la Casa de Nariño.  
También en las cuentas electorales los balances dependen del punto de referencia para hacer comparaciones. Si se miran los resultados de las presidenciales de 2006 no solo aparece como hecho notorio que ahora le toco al uribismo ir a una segunda vuelta, sino que mientras el mismísimo Uribe obtuvo 62% de los votos hace 4 años ahora JM Santos llegó al 47%.  No es mal resultado después de 4 años de desgaste y de más de 2500 falsos positivos y 5000 chuzadas, pero al fin de cuentas demostró las fisuras del proyecto de la seguridad militar y el Estado Comunitario que se vio confrontado por  expresiones de protesta que sumadas llegan a la tercera parte del electorado. Y a esto hay que agregar que Vargas Lleras logró el 10% con un discurso  distante del  gobierno y que el 6% de Noemí es la expresión de desacuerdos importantes desde el pastranismo y otras corrientes conservadoras. 
 
La Ola Verde estuvo lejos de las cifras inventadas por las encuestas pero también es un hecho que reunió a 3,2 millones de votantes. Antanas Mockus que obtuvo 1,23% – 140.000 votos – en 2006, ahora resurgió de ultratumba  y logró 21,5%  con un llamado a rechazar la corrupción y el método del “todo vale”  que ha practicado con entusiasmo el cuatrienio que termina,  burlando en materia grave  la Constitución para lograr objetivos políticos. 
 
Mockus canalizó parte del descontento y en esto coyunturalmente reemplazó como alternativa al Polo que en el 2006 apareció como la oposición logrando con Carlos Gaviria el 22%  con 2,6 millones.  Petro alcanzó este 30 de mayo el 9,15% de los votos, casi el doble de lo que le daban las encuestas o de lo que pretendieron con 8 años de persecución política, pero menos de la mitad de lo alcanzado hace 4 años.  En lugar de una polarización del electorado entre uribismo y oposición de izquierda, ahora se presentó un contrapunteo entre la derecha y el centro antimafioso.
 
Todos los pronósticos apuestan al triunfo de Santos en la segunda vuelta y no faltan quienes dicen que superará el 70% frente a un Mockus reducido.  Pero eso está por verse. También puede suceder que Mockus deje de oscilar haciendo cálculos probabilísticos ante cada si o cada no, que se decida a enfrentar con agresividad al proyecto uribista representado por Santos, que abandone la costumbre de abrazar a Petro y rechazar al Polo,  o que a los  mantras sobre la vida sagrada, lo publico sagrado y todo lo sagrado le agregue denuncias  de la corrupción y propuestas punzantes contra la impunidad y de alcance social. En verdad puede o no puede suceder….  Hoy el partidor hacia las elecciones del 20 de junio está  58% Santos y 29% Mockus, 13% de indecisos y las maquinarias del gobierno, los gamonales y paraherederos van bien aceitadas  … pero aún queda margen para la especulación sobre la diferencia final y el voto de nuevos electores. Y entre más votos tenga Mockus menos margen tendrá hacia el futuro el proyecto continuista.