EL ACUERDO DE PAZ PASA POR EL RESPETO DE LA JURISDICCIÓN INDÍGENA Y LA MOVILIZACIÓN SOCIAL

Por CRIC

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EL ACUERDO DE PAZ PASA POR EL RESPETO DE LA JURISDICCIÓN INDÍGENA Y LA MOVILIZACIÓN SOCIAL.
La consejería mayor del CRIC saluda y valora el acuerdo logrado entre las FARC y el gobierno nacional, en el punto de “victimas, justicia y verdad”. Consideramos que este acuerdo, consistente en el establecimiento de una jurisdicción especial para la paz y la conformación de una Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, destraba el proceso y ubica al país en la ruta de cesación del conflicto armado y la firma definitiva de los acuerdos de paz entre la FARC y el Estado colombiano.
En esta momento del proceso de paz, continuamos en la exigibilidad para que las autoridades indígenas seamos escuchadas por la mesa negociadora, en la medida en que el tratamiento diferencial debe ser tenido en cuenta para garantizar nuestra pervivencia como pueblos. Particularmente resaltamos:
1. La jurisdicción especial indígena debe ser respetada acorde con la Constitución Nacional. Para el funcionamiento de la jurisdicción especial para la paz debe quedar claro cómo va a ser la coordinación con la jurisdicción especial indígena en casos que tengan que ver con crímenes de guerra o de lesa humanidad cometidos en territorios indígenas y/o contra sus poblaciones.
2. La reinserción de excombatientes en territorios indígenas tiene que ser coordinada de antemano con las autoridades propias de los mismos, ya que ella debe conllevar compromisos de respeto a las normas de la comunidad, de manera que no se genere desarmonía en la misma.
3. Sí las FARC y el Estado colombiano están definiendo la terminación definitiva del conflicto armado, deben mostrar coherencia entre su actuar inmediato, sus objetivos y compromisos. Ello implica cesar las infracciones al DIH, fundamentalmente: a) el reclutamiento de niños y niñas y/o su uso como estafetas, liberando a quienes se encuentran en estas situación (En el caso de las comunidades indígenas, las autoridades tradicionales se encuentran prestas a garantizar su camino de vuelta a casa), b) Minas antipersona: Realizar señalización y aislamiento; ello debe hacerse en esta etapa ya que luego es bastante probable que se pierda la información.
4. ​Cualquier acuerdo de territorialidad debe respetar la territorialidad indígena.
Estos cuatro aspectos temáticos, en nuestro sentir, deben ser solucionados en diálogo inmediato entre la mesa de la Habana y autoridades indígenas, ya que de otra manera va a originarse conflictividad en la etapa de posconflicto.
Hay otras dos preocupaciones que circundan al movimiento indígena y al movimiento social del Cauca:
1. Parece que el Estado colombiano no se está preparando para un posconflicto democrático y pacífico sino para un posconflicto en donde no se respete la lucha social ni el derecho de organización y movilización. En los últimos meses se han detenido integrantes de procesos de movilización de la cumbre agraria (congreso de los pueblos, marcha patriótica, organizaciones indígenas) siendo judicializados; en un claro proceso de criminalización de la lucha social.
2. En el caso indígena, la semana pasada Feliciano Valencia, líder indígena del CRIC, fue condenado a 16 años de prisión por el hecho de haber dirigido, en el marco de la movilización del año 2008 denominada Minga de resistencia indígena y social, una asamblea en la que se realizó ejercicio de jurisdicción indígena especial. Esta condena del entonces consejero del CRIC, proferida por el tribunal de Popayán en segunda instancia, y que en primera instancia había sido declarado inocente, ha sido rechazada por diversas organizaciones sociales y personalidades democráticas del país; en tanto las comunidades indígenas consideran que se ha penalizado y desconocido el derecho constitucional de jurisdicción indígena.
3. ​Los diálogos de la Habana no constituyen la anhelada paz para Colombia, pero aspiramos a que ellos se den paralelamente con la negociación con el ELN, de manera que, con los mecanismos que se establezcan e implementen para actuar sobre el resto de actores, podamos dar por terminado el conflicto armado, y dedicarnos, sin interferencias de la violencia, al trámite de los conflictos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, construyendo paz con justicia social y reconocimiento de la diversidad.
“CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA”
CONSEJERÍA MAYOR DEL CRIC.
SEPTIEMBRE 25 DE 2015

CRIC

CONSEJO REGIONAL INDIGENA DEL CAUCA