“la constitución más democrática de la historia de Colombia está viva…. Pero a punto de un infarto”.
ALIANZA CIUDADANA O INFARTO CONSTITUCIONAL
Camilo González Posso
En julio de 1991 se firmó la Constitución política de Colombia después de seis meses de deliberación de la Asamblea Constituyente y 18 años después en su conmemoración se escucharon pocas voces para festejar semejante acontecimiento. Solo se escuchó la voz nostálgica de un selecto grupo de exconstituyentes y otros promotores que nos reunimos por invitación de PLURAL en el Salón Rojo del Tequendama para decir
Hicieron falta muchos de los constituyentes y proconstituyentes que contribuyeron a que se hiciera realidad este hito en la historia política. Faltó por ejemplo el expresidente Cesar Gaviria Trujillo quién se la jugó por ese cambio constitucional en momentos críticos marcados por el asesinato de Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo, cuando los carteles y paramilitares llenaban de bombas las ciudades y de duelo los campos.
No estuvo Don Germán Montoya, quién como Secretario General de la Presidencia de la República, junto con su equipo cercano al Presidente Barco, hizo el trascendental trabajo silencioso que llevó a la redacción del decreto de Estado de Sitio que sometió al voto popular la convocatoria a la Asamblea Constitucional para ser aprobada en las elecciones presidenciales de 1990.
Y tampoco estuvieron los miembros de la Corte Suprema de Justicia que se pronunciaron en septiembre de 1999 diciendo que con ese voto mayoritario se había producido un hecho de soberanía popular, por encima de las prohibiciones de la carta de 1886, y que por lo tanto se debía convocar a una Constituyente Soberana. Esa sentencia institucionalizó el levantamiento popular pacifico iniciado con la “séptima papeleta” y el movimiento preconstituyente que promovimos desde varias vertientes desde la época de los diálogos de paz en 1984.
Pero esas ausencias fueron llenadas en el evento del Tequendama por la reafirmación realizada por los Constituyentes del 91 y la invitación a una Alianza Ciudadana por la Democracia como tarea urgente en la actual coyuntura.
Quienes hoy tienen menos de 43 años, es decir el 74% de la población, no vivieron esos episodios. Por ello la Alianza Ciudadana por la Democracia, integrada por líderes cívicos y políticos de un amplio abanico político, quiere llamar la atención a esas generaciones y a todos sobre la importancia de los logros democráticos y la seriedad de las amenazas desde las iniciativas que pretenden desmontar el Estado pactado en 1991 y toda su arquitectura para erigir lo que llaman un Estado Comunitario edificado sobre el orden y el autoritarismo y no sobre los derechos humanos y la equidad. Ya llevan 24 enmiendas que desmontan conquistas de la Constituyente y están preparando el golpe final para establecer una dictadura presidencialista similar a la del Estado de Sitio que rigió entre 1948 y 1991.
Así que 18 años de la Constitución de 1991, es una buena ocasión para pensar en los grandes propósitos colectivos y para ver que las posibilidades de bienestar individual y de superar la violencia armada, dependen en realidad del fortalecimiento de los caminos de la democracia participativa y del Estado Social de Derecho.