Desescalar el conflicto y anticipar el cese bilateral

El gobierno informรณ en diciembre que en la mesa de conversaciones con las FARC estรกn considerando medidas para desescalar el conflicto armado y asรญ avanzar hacia el acuerdo final. Pero las declaraciones del Presidente de la Repรบblica sobre la respuesta a la tregua unilateral indefinida y condicionada declarada por las FARC, han mostrado en estos primeros dรญas del 2015 ย la ausencia de definiciones sobre las medidas concretas de tipo militar y humanitario para poner en marcha esa variaciรณn a la polรญtica de mantener la ofensiva de guerra hasta el รบltimo minuto de las negociaciones de paz.

Es probable que al reiniciar las rondas de La Habana en 2015 se tengan noticias sobre lo que significa โ€œdesescalar el conflictoโ€ y el resultado de las concertaciones internas que ha estado haciendo el gobierno con sus aliados inmediatos y con los militares para definir la estrategia para todo el aรฑo que se inicia. Hay varias seรฑales sobre los ajustes en el modelo de negociaciรณn y entre ellas el reconocimiento que ha hecho el Presidente sobre el cambio de circunstancias asociado al avance de los acuerdos: la idea de mantener la mesa de negociaciรณn incontaminada por los avatares de las confrontaciones armadas hizo crisis con la retenciรณn del General รlzate y con el escepticismo comprobado que genera un proceso que, a pesar de avances, sigue acompaรฑado de daรฑos y riesgos para la poblaciรณn civil. Ademรกs es evidente que la iniciativa de cese unilateral de hostilidades por parte de las FARC abre una oportunidad para que se le dรฉ el mensaje al paรญs y a la comunidad internacional de que se esta entrando en la recta final y al punto de no retorno.

ยฟQUร‰ ES DESESCALAR?
Las propuestas y medidas concretas de desescalamiento han sido sugeridas por muchos y requieren otras decisiones unilaterales como pactos concretos en la mesa de La Habana. Parece obvio pero es fundamental que el gobierno y los mandos militares anuncien ese ajuste de polรญtica indicando que entienden por desescalar el conflicto: la definiciรณn del diccionario dice que es โ€œaminorar, apocar, bajar, bajar con, cercenar, disminuir, minimizar, podar, recortar, reducir, reducir al mรญnimoโ€. De modo que no se trata sรณlo de una medida sino de una sucesiรณn de ellas dirigida a la reducciรณn al mรญnimo de la frecuencia e intensidad de las acciones bรฉlicas. Es por lo mismo la antesala del cese al fuego y a las hostilidades. Siendo asรญ ยฟQuรฉ medidas inmediatas se deben adoptar para desescalar las operaciones de guerra y el conflicto armado en la actual situaciรณn? ยฟDentro de que plan en consonancia con la agenda de conversaciones? ยฟQuรฉ modificaciรณn impone a la comisiรณn tรฉcnica formada para preparar los pactos de dejaciรณn de armas y cese bilateral de hostilidades?

Las FARC de manera unilateral dijeron que su cese al fuego se suspenderรก si se presentan ataques de la fuerza pรบblica en contra de sus estructuras y al comenzar 2015 han informado de la continuidad de acciones ofensivas en distintas partes del paรญs. Era de esperar que asรญ fuera pues es difรญcil que en cuestiรณn de semanas, y bajo la presiรณn polรญtica de la guerrilla, el gobierno acepte cambiar el esquema tantas veces defendido de negociar mientras mantiene la ofensiva militar. Las FARC han hecho una hรกbil maniobra para reforzar su mensaje a favor del cese bilateral inmediato y no con posterioridad a la firma de los acuerdos tal como fue pactado. Pero si no se trata de una forma de justificar el paso a una escalada militar, lo coherente serรก que busquen un escenario intermedio en el cual puedan mantener el cese unilateral y concentrar todos los esfuerzos de su Estado Mayor, Bloques y Frentes en las tareas polรญticas para la transiciรณn al post acuerdo. Ese escenario intermedio que puede marcar el primer semestre de 2015 serรญa el del desescalamiento y el funcionamiento pleno y acelerado de la subcomisiรณn tรฉcnica que ya estรก encargada de diseรฑar el esquema para el cese bilateral de hostilidades.

MEDIDAS UNILATERALES DE DESESCALAMIENTO
La decisiรณn de tregua unilateral guerrillera requiere medidas unilaterales de desescalamiento por parte del gobierno y las fuerza militares. Ejemplo de esas medidas puede ser la suspensiรณn de bombardeos de la cual hablรณ uno de los asesores internacionales del Presidente Santos. Ademรกs se ha hablado de iniciativas concretas con respecto a los prisioneros de la guerrilla, suspensiรณn provisional del reclutamiento forzado y no profesional para el servicio militar, suspensiรณn de judicializaciรณn y detenciรณn de civiles en zonas de guerra, suspensiรณn de fumigaciones con quรญmicos como tรกctica militar, medidas adicionales en contra de prรกcticas de tortura y confinamiento, congelamiento de la aplicaciรณn de manuales militares que involucren civiles como soportes de hostilidades. Plan especial militar de combate y desarticulaciรณn de los narcoparamilitares.

Por parte de las FARC, ademรกs de la aceptaciรณn del plan de desescalamiento como contraparte a la permanencia de la tregua unilateral se han sugerido medidas como la desvinculaciรณn inmediata de menores de 15 aรฑos de sus estructuras armadas y milicianas, identificaciรณn de zonas para experiencias de desminado, suspensiรณn de toda forma de cuotas forzadas a empresarios y a la poblaciรณn civil.

COMPROMISOS Y ACUERDOS HUMANITARIOS
Parte de ese desescalamiento serรญa la adopciรณn unilateral de medidas humanitarias de protecciรณn a la poblaciรณn civil y la adopciรณn de pactos especiales de aplicaciรณn de las normas del Derecho Internacional Humanitario. Las organizaciones de paz y derechos humanos han mencionado la suspensiรณn de cualquier acciรณn que lleve al desplazamiento forzado, el fortalecimiento de las iniciativas para ubicar a personas vรญctimas de desapariciรณn forzada y dar respuesta a las demandas de los familiares, la desmilitarizaciรณn de territorios รฉtnicos, el combate decidido a las prรกcticas de violencia sexual en contra de las mujeres, el respeto a misiones mรฉdicas que realicen procesos especiales en zonas crรญticas y en campamentos guerrilleros, la disposiciรณn de nuevos espacios para la atenciรณn de niรฑos y niรฑas vรญctimas y en regiones impactadas directamente por la confrontaciรณn armada.

EL FIN DEL CONFLICTO EN 2015
Llegar en 2015 a la firma del acuerdo de terminaciรณn del conflicto armado es una meta visible a condiciรณn de que se le hagan ajustes al esquema de negociaciรณn pactado en 2012 para instalar la mesa en La Habana. No sรณlo el gobierno y la guerrilla deben ser conscientes de la conveniencia de introducir cambios en los procedimientos sino tambiรฉn sectores clave como la cรบpula de las fuerza militares, los partidos polรญticos, organizaciones sociales y grupos empresariales. El primer cambio es precisamente el aquรญ seรฑalado sobre las iniciativas inmediatas de desescalamiento y de aceptaciรณn de la conveniencia de anticipar el pacto de cese bilateral al fuego y a las hostilidades. El segundo podrรญa ser la simultaneidad de tratamiento a los asuntos pendientes en la agenda de conversaciones de modo que la mesa reciba los insumos para terminar el punto relativo a vรญctimas, verdad y justicia transicional y, ademรกs, delinear acuerdos sobre el fin del conflicto y los mecanismos de ratificaciรณn y verificaciรณn del cumplimiento de los pactos.

Tambiรฉn deberรญa colocarse en el cronograma el tratamiento a los pendientes y la consideraciรณn del subpunto incluido en la agenda sobre cambios institucionales para la paz y su relaciรณn con el plan de desarrollo o iniciativas legislativas que deben ser coherentes con la perspectiva de construcciรณn de paz en la fase 3 o de transiciรณn.

ES LA HORA DE LA POLรTICA
El paso de una situaciรณn de conflicto armado a otra de negociaciรณn para el fin del conflicto no es una cuestiรณn semรกntica ni de pequeรฑa monta. Eso significa que en Colombia hemos pasado a una situaciรณn en la cual la combinaciรณn de zanahoria y garrote o de guerra y polรญtica ha dejado de ser รบtil para cualquier actor polรญtico o militar. La iniciativa militar ha dejado de ser factor de presiรณn para imponer tรฉrminos de negociaciรณn al entrar en contradicciรณn absoluta con la acumulaciรณn de respaldo social a favor de la paz. Mรกs acciones militares por parte de la guerrilla le restan respaldo entre la poblaciรณn y debilitan su proyecciรณn polรญtica. Y de la misma manera la idea de ablandar a la guerrilla mientras se negocia dรกndole golpes estratรฉgicos, pasรณ a ser marginal en el terreno militar y a cambio produce sรณlo desconcierto entre la poblaciรณn y favorece a los sectores que en realidad hablan de ofensiva militar mientras se negocia, como encubrimiento a sus posiciones a favor de la continuidad de la guerra y de oportunidades para sabotear el proceso.

En esta fase de negociaciรณn y del fin del conflicto lo estratรฉgico entonces no es ganar correlaciรณn de fuerzas con las armas sino en la conciencia colectiva, la movilizaciรณn y el respaldo ciudadano al proceso de acuerdos para la paz. El ELN que en otras ocasiones le ha otorgado primacรญa a la polรญtica, no ha dado aรบn muestras suficientes de comprensiรณn del nuevo panorama.

En esa direcciรณn de movilizaciรณn se inscriben las jornadas de marzo y abril convocadas para una gran marcha por la paz, lo mismo que mรบltiples expresiones de apoyo al proceso como la campaรฑa de los empresarios Soy capaz, los festivales de cultura y paz y las iniciativas de mujeres y jรณvenes.

Parte de esa redefiniciรณn estratรฉgica es la valoraciรณn del desescalamiento de la confrontaciรณn verbal, incluida la que se da con la oposiciรณn uribista, con la cual es oportuno el debate y diรกlogo sobre sus propuestas de comisiรณn especial legislativa o de constituyente parcial condicionada al desarme y no impunidad.

HACIA EL VOTO POR LA PAZ EN OCTUBRE
Llegar al debate electoral y a las elecciones de octubre en medio de un escalamiento de las confrontaciones y acciones armadas es el peor escenario para la recta final hacia el acuerdo definitivo de paz. Ese evento electoral serรก una prueba de la base social y polรญtica de respaldo a los pactos de paz. Y tambiรฉn la ocasiรณn para avanzar en el camino de la refrendaciรณn de los acuerdos sea con una fรณrmula constitucional de participaciรณn, si los tiempos polรญticos lo permiten, o con un pronunciamiento ciudadano del tipo del Mandato por la Paz. El 2015 si es el aรฑo de la paz!!!